¿En qué se parecen una cueva de Marruecos y el Club Victoria?

MARRUECOS

No me negarán que se trata de una pregunta sorprendente. Pues les podemos asegurar que sí existen puntos en común. Vamos a ello: ambos lugares atesoran una atmósfera mágica, una energía y un alma que ayudan a que los encuentros que en estos lugares de produzcan se alineen con la energía del universo y se produzca… el milagro de la abundancia.

En relación a la cueva magrebí —más apropiado sería llamarlo gruta—, el que redacta estas líneas —uno de los socios fundadores del Club Victoria— puede asegurar que el propio espacio de ese paraje natural (un parque nacional ubicado en la región de Sous-Massa) funciona como una palanca para tomar sabias decisiones. No pocos acuerdos comerciales con ejecutivos de empresas multinacionales del más alto nivel se han tomado allí. Puedo dar fe que incluso un escritor superventas —no yo, un superventas de verdad— acudía de vez en cuando para hacer introspección y entender cómo debía enfocar su siguiente aventura literaria. Pueden creerlo: el libro que allí fue concebido fue un éxito traducido a un puñado de idiomas.

La energía es el tesoro más valioso que existe. Para que alimente nuestros eventos profesionales —también los privados—, es necesario aliarse con un lugar con personalidad, donde pueda fluir e impregnar todo. Háganos caso y piense si resultará más conveniente para su evento llevarlo a cabo en un escenario montado con amor, buenas vibraciones y mejores diseñadores o en un impersonal salón de hotel de alta gama. Dé el salto hacia lo memorable. En el Club Victoria lo esperamos con los brazos abiertos.