Todos estaremos de acuerdo en que Francisco Correal, Paquiño para sus allegados, es el mejor cronista de lo que acontezca en la Ciudad de la Gracia. En el Club Victoria nos congratulamos de contarlo como una de nuestras amistades más ilustres. Esta semana ha vuelto a deleitar a su numeroso público con una brillante narración de uno de nuestros últimos eventos. Copiamos íntegramente, por su enorme interés, lo publicado el 17 de septiembre de 2025 en Diario de Sevilla.
Fiona Flores-Watson (cerca de Londres, 1969) lleva muchos años viviendo en Sevilla. Trabaja de periodista para The Telegraph y cuenta que cuando vuelve a su país se comporta como sevillana o española porque “doy dos besos, en mi país sólo se da uno” y porque “hablo más alto”. “Mi madre me tiene que decir que baje la voz”. Por lo demás, no ha perdido nada de la flema británica y si le dan a elegir entre Oasis y un grupo de sevillanas se queda siempre con los hermanos de Manchester.
Eso y muchas otras cosas se las contó Fiona a Antonio Muñoz. Con la británica, el ex alcalde de Sevilla ha hablado en el trigésimo de sus podcast. En los 29 restantes hay personas muy relevantes: el actor Antonio de la Torre, el futbolista Héctor Bellerín, Manu Sánchez, Concha Yoldi, Víctor Pérez Escolano o el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses. La particularidad del último podcast es que lo hizo con público en el Espacio Victoria de la Puerta Osario.
Una charla muy amena, distendida. Muñoz es un gran conversador. Deja hablar, como Quintero, pero matiza cuando la situación lo requiere, como Hermida. Y es elegante en los silencios, como cuando le preguntó a Fiona por su afición al fútbol y ella le confesó que vive rodeada de béticos. Ni una sola referencia de Muñoz a su partido ni al que gobierna el Ayuntamiento.
Empieza la charla con los pisos turísticos. “Sevilla es víctima de su propio éxito”, dice Fiona, “y eso ha cambiado el carácter de Sevilla”. Muñoz pone datos: “Hay más camas de pisos turísticos que de hoteles”. El primer, casi el único político que aparece en la conversación es Manuel Fraga Iribarne, que fue embajador de España en Londres, aunque Muñoz lo cita por su eslogan Spain is different. La actualidad no la ha perdido.
‘La imagen de Sevilla en el exterior’. ‘¿Los tópicos de siempre?’. Así rezaban el título y el subtítulo de la charla. “La mayoría de los tópicos españoles son andaluces”, dice Muñoz, que repasa los toros, el flamenco, los gitanos, la Feria, la Semana Santa. Todo empezó con los viajeros románticos. Un turismo de calidad que Muñoz conoce bien: Washington Irving (fue embajador de Estados Unidos en España), Richard Ford, Rilke, Merimée, Matisse. Con todas las expresiones artísticas posibles: literatura, pintura, música. O Somerset Maugham, que aparece en el libro de médicos escritores de Ismael Yebra y Paco Gallardo. Se podía añadir a Pierre Louÿs en el centenario de su muerte.
A Fiona no le gustan los toros. “Fui a una novillada y me salí en el segundo toro”. Sus compatriotas que la visitan tampoco los entienden, o que “un torero sevillano gana tanto como un ministro inglés”. Lo dice en el verano del tridente Morante-Ortega-Aguado. Estampas foráneas de Sierpes o de la calle Feria o la imagen de Washington Irving, que comparaba la catedral de Sevilla “con uno de los bosques norteamericanos”.
En 2024 llegaron a España 18 millones de turistas británicos. “Un tercio de la población”, se sorprende Fiona. “Pero por Sevilla sólo se quedaron 210.000”, apunta Muñoz, que recuerda que la ciudad ocupa el número 26 en el ranking de turismo británico, que es más de sol, playa… y borrachera. “Vienen muchos más franceses que británicos”. Uno de sus reyes, San Luis, primo de San Fernando, tiene una calle que fue conocida como el Moscú sevillano. Pero eso es de otro podcast.
Para preparar esta charla, Antonio Muñoz hizo de reportero y habló con algunos extranjeros afincados en Sevilla: una canadiense que trabaja en una academia de idiomas, un pizzero italiano. Uno de ellos le dijo “podías ver a un travesti o a un pijo y un cani hablando en la Alameda sin problemas”.
¿Y cómo ven los paisanos de Fiona la Semana Santa? “Algo dramático, muy teátrico”. “Qué difícil es explicar un ensayo de Semana Santa”, dice Muñoz, “sin ninguna imagen arriba”. A su interlocutora le impresionan las saetas, el olor a incienso, los costaleros. El ritmo, ‘Swing María’, la onda expansiva de Silvio con la que tituló uno de sus libros Félix Machuca.
Una de las especialidades de la periodista inglesa son los reportajes sobre hoteles. Se los conoce casi todos. Y no los mide por sus estrellas. “El personal del Doña Lola, en la calle Amor de Dios, es marvilloso”. El interés por una ciudad o una cultura viene por los conductos más inverosímiles. Fiona, que estudió en el mismo colegio que Diana de Gales, dice que “la Familia Real británica atrae mucho turismo”. Muñoz, para repasar los diferentes tópicos, repasa parte de la filmografía de Almodóvar. “Su cine tiene mucho que ver con esto. Los toros están en Matador; el flamenco en Tacones lejanos o La flor de mi secreto; la tradición católica en La mala educación o Entre tinieblas”.
En esas miradas, el arte o el mundo de Rosalía, Palomo Spain, los Javis, Tangana, Niño de Elche, Rocío Márquez. “El que baile encima de una mesa”, añade Fiona refiriéndose a Israel Galván, el bailaor que un día salió de un ataúd. Hay ingleses que vienen y se quedan. Conocidos de Fiona trabajan en Airbus. “Las dos grandes industrias de Sevilla son el turismo y los aviones”. La inglesa habla de la ‘nueva’ Sevilla. Disfrutó de las Setas y en el Antiquarium participó en una cata de vino romano con Garum.
A sus amigos les suele recomendar que vengan a Sevilla en primavera o en otoño. Sevillanas y Oasis a la vez. Dos miradas, dos culturas que se cruzaron el 8 de septiembre de 2022. Ese día murió la reina Isabel II de Inglaterra y los telediarios no dedicaron ni un minuto al otro gran acontecimiento de ese día: se cumplía el quinto centenario del final de la Primera Vuelta al Mundo. La llegada de la Nao Victoria, recordada en su último capitán en este Espacio Victoria donde Sevilla volvió a triunfar como una Amada Invencible con su realidad preñada de tópicos y sus tópicos llenos de verdad.