Repasemos brevemente qué se puede hacer cuando se llega a la mayoría de edad: votar en las diferentes elecciones que existan, sacar el carné de conducir, tomar un vuelo sin necesidad de tutela, comprar una botella de vino en un establecimiento comercial, abrir una cuenta bancaria, trabajar plenamente… No cabe duda de que alcanzar los dieciocho años supone marcar una raya en el camino vital de cualquier persona, un antes y un después que se convertirá en una huella imborrable.
En el Club Victoria nos sentimos muy felices de que algunos de nuestros clientes —que ya son amigos— hayan apostado por nuestro espacio como escenario para vivir un momento irrepetible en la trayectoria vital de sus hijos. Como nosotros somos muy amantes de la discreción —cuando así nos la solicitan—, únicamente acompañamos esta entrada en el blog con una muestra de la decoración para un evento que cierta jovencita nunca olvidará. Ya lo cantó Julio Iglesias con su célebre De niña a mujer…
Si más hitos vitales de este calibre se celebran en el Club Victoria, nos sentiremos infinitamente dichosos.